Ficha técnica
Título: La última luz de Tralia
Autora: Isa J. González
Editorial: Crononauta
Páginas: 164
Año: 07/2020
Sinopsis
Kenichi flota en el espacio. La nave en la que viajaba ha sufrido un accidente, y él parece el único superviviente. Su deriva es también la de una civilización casi extinta que busca un nuevo hogar en las estrellas. Su mensaje de socorro: un pequeño pulso en el vacío.
La suerte parece cambiar cuando otra nave acude a la llamada, pero pronto descubrirá que su salvación le pone frente a un nuevo desafío. La nave que le recoge pertenece a la raza zestiana, con quienes compartían Tralia, su planeta de origen, y ahora, una vez más, ambos pueblos vuelven a compartir destino.
Los zestianos están también al límite de sus esperanzas e, igual que sus antiguos vecinos, recorren el espacio en una búsqueda a contrarreloj: una extraña enfermedad ha diezmado a sus tripulantes y amenaza al grupo, cuyas vidas y misión pueden llegar a estar en manos de un extraño.
Rune, Tyra, Eyra, Sigrid… Cada tripulante arrastra sus miedos, y a los fantasmas que pueblan la nave hay que sumar uno mayor: la sombra del planeta perdido y las dudas sobre si encontrarán o no un nuevo principio. Todos deberán esforzarse en superar sus traumas y su desconfianza para entrelazar su destino en una trayectoria común.
Opinión personal
La última luz de Tralia es el debut literario de Isa J. González como autora, pero yo he estado siguiendo su blog literario A través del otro espejo y leyéndola en redes sociales durante muchos años. De hecho, fue la Mención de Honor que recibió en el III Premio Ripley (con su relato De Reykjavik a las estrellas, próximamente disponible en el Patreon de Crononauta -el cual os recomiendo mucho si os gusta el formato corto de autoras internacionales-) lo que hizo que me empezara a interesar como escritora.
Cuando la editorial anunció que publicarían esta primera novela corta de Isa, sabía que en algún momento iba a darle una oportunidad. Y cuando la pude tener, no dudé en hacerle un hueco a La última luz de Tralia y empezar un viaje leyéndola, como el que hacen los personajes de la historia.
Esta novela corta comienza con un accidente espacial. Kenichi despierta viendo que sus compañeros de tripulación han fallecido y parece que su supervivencia haya sido un golpe de suerte, pero no lo es. Él desearía haber muerto con ellos. Porque ahora solo le quedaría vivir esperando a que los recursos de su nave se agotaran, viendo lentamente el fracaso del objetivo por el que su tripulación partió: conseguir encontrar un nuevo hogar antes de que su planeta se muriera por completo. Mandó un mensaje de ayuda cuando despertó, pero con las esperanzas cada vez más bajas de que alguien pudiera escucharlo y salvarlo, recibió al fin algo de suerte.
Otra nave nodriza acude a la llamada de Ken, y cuando este piensa en que puede haber algo de esperanza para su pueblo, se encuentra con un nuevo problema. La nave que lo salva tiene una tripulación zestiana, raza con la que su pueblo compartía Tralia. El planeta de ambas razas se estaba muriendo y había mucha historia detrás que impedía que simplemente decidieran unirse por la salvación de sus pueblos.
Pero no solo eso, los zestianos habían contraído una extraña enfermedad que solo afectaba a su raza y necesitaban encontrar un lugar en el que conseguir una cura para su pueblo. Ellos también partieron buscando esperanza, pero la tripulación se consumía más y más. Y que ambos pueblos pudieran encontrar una salvación era una misión que había acabado en manos de Kenichi al poder resistir aquella enfermedad que asolaba al resto de la nave.
La novela corta lleva justo un par de semanas a la venta y ya he leído un par de comparaciones con la autora Becky Chambers. En parte las entiendo porque ha sido una escritora que ha llamado la atención dentro de este país por el tipo de historias que ha publicado (aunque no sea la única en hacerlo ni la única que ha sido traducida), pero solo las comparto hasta cierto punto. Además del género, sí que es verdad que ambas deciden poner su enfoque en la esperanza dentro de la oscuridad, en la parte amable del conflicto que muestran. Pero La última luz de Tralia tiene más que eso.
Parte de la ilustración de cubierta (Marina Vidal) que muestra a Ken y a Rune.
La última luz de Tralia en general, es una novela de personajes, incluso siendo una novela corta. Ya que lo más importante de la historia son ellos y sobre todo, la introspección que hace la autora de sus personalidades. En general, a quienes vemos más caracterizados es a Ken y a Rune. Pero a lo largo de la historia, Isa J. González también nos da pinceladas de los demás personajes secundarios y momentos en los que estos adquieren relevancia.
Entiendo (y he disfrutado) los motivos de esa decisión que ha tomado la autora, ya que el aspecto que más se ve en la novela es el choque de culturas y que queda totalmente aclarado con las personalidades diferenciadas de Kenichi y de Rune. No solo porque sean dos tipos diferentes de persona, también sucede porque la cultura y los hábitos que les han inculcado desde el nacimiento han sido totalmente distintos.
Los zestianos tienen la tradición de contar las historias de forma oral, no tienen tanto apego a la forma escrita y su forma de comunicación no es hablada, sino que se realiza por medio de una conexión mental. Esto le da un gran juego a la novela y supone un gran bache para Ken, que tendrá que ir superando sus propios miedos y comprendiendo que conceptos como la intimidad son totalmente diferentes para los zestianos, para Rune, y más cuando la misión de salvar ambos pueblos ha caído sobre sus manos. Además, irá descubriendo que quizás hay aspectos que les diferencien, pero también hay varias semejanzas.
La esperanza era un arma más peligrosa que cualquier pistola.
Cita de la novela.
Y aunque me hubiera gustado un poco más de reposo en la relación que van construyendo Ken y Rune (porque me parecen unos personajes muy interesantes de los que hubiera disfrutado leyendo mucho más sobre ellos), la verdad es que esta funciona bastante bien en esta novela corta. Además, la autora también ahonda en los demás personajes secundarias con las pinceladas justas para diferenciarlos y saber qué tipo de personas son. En general, se percibe muy bien las dudas, miedos y, como he dicho antes, también la actitud y personalidad que tienen en contraposición con la de Kenichi al pertenecer a otra cultura distinta a la suya.
Es más, entre esos personajes más secundarios... debo decir que me ha encantado el enfoque que Isa ha aportado con el personaje de Tyra. Tanto por el tipo de persona que es como por todo lo que ello implica en la trama. No digo más por no escribir spoilers en la reseña, pero ha sido ese personaje secundario del que me hubiera gustado ver más en la historia.
De hecho, creo que la única pega que le puedo poner a la novela es que no haya más páginas. Y seguramente este aspecto sea algo más subjetivo que objetivo porque la novela funciona bastante bien con la extensión que tiene, el conflicto que plantea tiene una resolución y la verdad es que acaba de forma muy redonda y adecuada al enfoque en el que está escrita. Pero claro, los personajes son tan interesantes y tan carismáticos que me hubiera gustado ver más de Kenichi y esa tripulación zestiana.
Me hubiera gustado leer mucho más sobre Ken y Rune. Saber más de Tyra, de Sigrid y de Eyra. Y también de ese universo que se nota que tiene detalles, aunque la historia se sitúe en la oscuridad e inmensidad del espacio (como, por ejemplo, que la capital de Tralia se llame Guin. Un pequeño pero significativo homenaje a Ursula K. Le Guin que me sacó una pequeña sonrisa).
Yo solo espero que en algún futuro, la autora decida ampliar este universo yendo hacia delante o hacia detrás en el tiempo narrativo en el que se ambienta esta novela porque creo que tiene mucho potencial. Pero sin duda, Isa J. González se ha vuelto una escritora a la que querré leer más en el futuro.
El universo era un sitio lleno de muerte, pero también podía ser precioso. También podía estar lleno de esperanza.
Cita de la novela.
En definitiva, La última luz de Tralia es una novela corta space opera muy recomendable que cuenta una historia que se centra en los personajes. En su debut literario, Isa J. González habla de amor, de dolor, de esperanza, de pérdida, de prejuicios y otros temas como el racismo y el ecologismo dentro del choque de dos culturas que hay en la historia. Es un tipo de novela muy importante en estos tiempos duros que vivimos: una historia hopepunk, un rayo de esperanza en medio del dolor y del desastre, que, en este caso, se produce en medio de la oscuridad e inmensidad del espacio y de la lejanía del hogar.
Si os gustan autoras como Becky Chambers, creo que deberíais darle una oportunidad a esta novela por su historia y sus personajes. Y recordad, el hopepunk también es revolución.
Otras reseñas:
6 Comentarios
¡Hola! No la conocía pero no la veo para mí, prefiero decantarme por otras cositas. Un besote :)
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarMuchas gracias por pasarte
Un beso :)
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía este libro, ya que lo he descubierto gracias a ti, y la verdad es que tiene una pinta increíble.
Un abrazo
¡Hola!
EliminarEspero que lo disfrutes cuando lo leas si decides darle una oportunidad :)
Un abrazo (k)
¡Hooooola!
ResponderEliminarLa verdad es que no conocía esta novela, pero sin duda se ve interesante. No sé, creo que es una lectura peculiar, así que tal vez vaya a leerla. ¡MIL GRACIAS POR TU BELLA ENTRADA! Me encantó leerte y conocer tu opinión :3 ¡Gran post!
¡Un beso! Nos leemos :)
❤️ ❤️ ❤️ ❤️ ❤️ ❤️ ❤️
¡Hooooola!
EliminarEspero que lo disfrutes cuando lo leas si decides darle una oportunidad. Me alegra haberte descubierto esta novela :)
Nos leemos (k)
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