RESEÑA: El terror tiene tu rostro - Marina Tena Tena

Ficha técnica

Título: El terror tiene tu rostro

Autora: Marina Tena Tena

Editorial: Hela Ediciones

Saga: NO

Páginas: 130

Precio: 12 / 2 €

Año: 10/2019

Sinopsis 

El terror tiene tu rostro, tus labios, y tus pupilas. Te crece desde dentro, en los recovecos más oscuros del alma, allí donde vive el amor, por debajo de los deseos.

En este libro encontraras trece reflejos del monstruo que late dentro de tu piel y se despliega, desde tu espalda, como las alas de los ángeles que dejaron de serlo. Después de todo, los peores monstruos y los demonios más crueles son los que tienen carne humana, piel humana, rasgos humanos y su voz se escucha igual que la tuya dentro de tus pensamientos.

El terror es eso que, a veces, te devuelve la mirada desde el espejo. 

Opinión personal

Conocer a Marina durante el verano pasado fue una de las mejores cosas que me pasaron durante el año pasado. Ya habíamos estado en algún evento juntos, pero no fue hasta el anuncio de la publicación de Legado de plumas (Literup Ediciones), su primera novelette, cuando de verdad empezamos a hablar y a coincidir en eventos. Desde entonces he leído numerosos relatos suyos y también todas las novelas que tiene publicadas por el momento. Siempre que se anuncia una nueva publicación suya, me alegro un montón por ella porque detrás de ellas sé que ha habido mucho trabajo y, porque después de conocerla y leerla en varias ocasiones, sé que sus historias me van a encantar.

En este caso nos encontramos ante una antología de terror que contiene trece relatos (el mejor número para las supersticiones). El hilo de estos relatos de Marina es la gran presencia que hay de personajes femeninos, además del genero al que pertenecen principalmente todos ellos. Me ha parecido una antología bastante equilibrada, aunque con en todas las antologías, siempre nos encontraremos relatos que nos gusten más que otros.

Y acompañado de este género que da vida a nuestros miedos en este compendio os encontrareis unas etiquetas de contenido hablando de los tipos de contenido que hay en los relatos que pueden afectar a vuestra sensibilidad (¡y también en la web de la editorial!). Pude hablar un poco de este tema junto a varias compañeras en una charla del Cerbero Madrid 2019 en la que fui ponente y me parece necesario que cada vez más editoriales incorporen esto a sus libros, sean o no de terror. Vivimos en una época en la que al fin se le está dando más visibilidad a las enfermedades mentales y dentro de la literatura ha habido muchas escenas que las ha provocado en un momento poco adecuado para el lector. Si se puede avisar antes, ¿por qué no hacerlo?

El terror tiene tu rostro empieza con dos relatos muy cortos que funcionan muy bien para darnos una ligera idea del estilo y del tono de las próximas historias. El primero de ellos es Hermanas, donde la autora nos traslada a una casa. Una casa con un muerto. La tensión crece con rapidez junto a la acción del relato y aunque la historia es breve, no necesita más. Tiene un enfoque muy bueno y un estilo directo, y el final me pilló por sorpresa.
Después, tenemos Azul. El inicio de este relato es brutal, pero no es ni mucho menos lo único interesante que tiene el relato. En esta reinterpretación de Barba Azul, Marina nos da todo el contexto de la situación en la que se encuentra la protagonista con unas pocas frases y metáforas que ponen los pelos de punta. Además de metáforas, también hay un uso de contrastes muy bien conseguido.

Hambre de luna es un relato mucho más largo, pero es lo que pedía la historia y también me parece muy interesante el juego entre relatos cortos y largos en una antología para ir cambiando su ritmo general y mantener enganchado al lector. La maldición que se nos presenta es un concepto muy interesante y da un giro de tuerca a las historias del pueblo y el lobo. Pero, por si fuera poco, Marina vuelve a sorprender con otro giro que da un vuelco a la concepción del relato en sí. Es uno de mis favoritos, sin duda. Y ella volvió es un relato que complementa muy bien a Hambre de luna por el ambiente, las sensaciones y las descripciones. En ella se nos presenta a una niña huérfana de la que nadie se pudo ocupar en un pueblo en el que escasean los recursos. Siempre se le ha tratado como una persona rara, extraña. No se le ha acogido en ningún lado ni se le ha dado comida. Así que se lo ha tenido que buscar todo ella. Se burlaban, le intentaban hacer daño. Y ella se lo devolvía.

En tonos pastel cambia drásticamente en cuanto al tono y al tipo de relato que nos hemos encontrado hasta ahora en la antología. De este relato sí que no puedo hablar de su trama porque lo mejor es ir encajando las piezas que da la autora. Es un relato muy macabro protagonizado por una mujer muy peculiar que, aunque me ha parecido corto, tampoco necesita más y tiene un tono que te da placer leer y se te queda grabado.
La niña roja es un retelling del cuento de La caperucita roja. Marina nos presenta una versión con una abuela muy rígida, tanto que la protagonista no se atreve a desobedecerla. Ni sus propios padres lo hacen. Poco a poco nos hacemos una idea del tipo de ambiente en el que vive, de las ideas de su abuela y de toda esa opresión que ejerce. Para mí tiene uno de los mejores finales de la antología y es uno de los relatos que más me han gustado.

Parte de la ilustración de portada realizada por Coral Azpiazu.

Dientes largos nos traslada a un ambiente opresivo de oficina. Tan bueno es el ambiente general y tan buena es la autora con la narración que este es el relato que más "cosa" me ha dado leer. Quizás el último tramo del relato hubiera necesitado un poco más de calma porque algunos detalles se quedan un poco sueltos, pero me ha parecido un muy buen relato. Sobre todo, por su atmósfera. De Ouija no puedo hablar mucho porque no quiero destripar nada pero me ha parecido al mismo tiempo bonito y triste. (P.D: Me cuenta un pajarito que Marina quiere escribir más sobre la historia de esta protagonista y yo no le voy a decir que no. No le estoy haciendo ojitos ni nada).

En los campos de investigación los estudios, investigaciones y proyectos se hacen para mejorar la vida humana, para combatir enfermedades. Pero no es el objetivo principal de Proyecto Ángel, y la doctora Evelyn lo sabe. En Ángel esas pruebas son para alcanzar otro tipo de metas, pero Evelyn se ve obligada a seguir las órdenes del maquiavélico y brillante doctor White. Me ha recordado un poco a Legado de plumas y me ha dado aun más ganas de seguir leyendo más historias relacionadas.
Hambre tiene un ambiente más propio de las historias de terror en internados e institutos. Junto a Ángel me ha generado ciertos sentimientos de los que no puedo hablar porque no quiero destripar nada, pero me han anonadado los pensamientos y acciones que tienen los personajes de este relato.

En Así sonríe el diablo, Marina nos traslada a un ambiente muy peculiar que no me esperaba así. Poco a poco nos va presentando un pequeño entramado y la tensión va creciendo más y más. Cuando varias de las cartas están sobre la mesa, el final se hace algo predecible pero sigue siendo un relato intenso que me ha encantado leer. El penúltimo relato de la antología es Los que no tienen nombre. Me ha encantado el enfoque que le da la autora porque con este también logra sorprenderme y me ha hecho vivir de forma intensa los acontecimientos del relato. Es una historia de la que no puedes escapar, como de algún ser que se menciona en el relato. Y la verdad es que cuando acabó, tenía muchas ganas de tener más aunque la historia no lo necesite ni se vea perjudicada por ello.

La chica en la nevera es la historia con la que Marina Tena Tena cierra su antología. Es un relato corto en el que no solo consigue hacer una gran crítica al tropo con el mismo nombre, sino que lo transforma a voluntad y lo aprovecha durante todo el transcurso de la narración. Me ha parecido una maravilla, tiene un concepto brutal y es un gran final para esta antología llena de mujeres variadas donde se demuestra en general que sí tienen cabida en el terror y en otros géneros. Probablemente este sea mi relato favorito de El terror tiene tu rostro, sigo sin sacármelo de la cabeza.


En definitiva, creo que Marina Tena Tena es una escritora que también tiene mucho que decir en formato corto y la verdad es que El terror tiene tu rostro me parece una buena obra para empezar a leerla. Sobre todo, si os gusta el terror (y ojo a las etiquetas de contenido que he mencionado). La autora muestra numerosos ambientes, personajes y tipos de narración dejando una buena variedad de historias oscuras en esta antología de relatos.

No todos los monstruos se encuentran ahí fuera, algunos pueden estar mucho más cerca de lo que creemos.