Ficción corta #7

¡Hola a todos! Esta publicación es la séptima (sin contar reseñas individuales de antologías) de una sección donde me dedico exclusivamente a hablar de historias cortas que pueden ser relatos, novelas cortas o pequeñas antologías de relatos.
A este formato de historias se les suele tener muy olvidados (o incluso despreciados) cuando pueden ser iguales o mejores que cualquier novela... Sí, iguales o mejores que esas que dicen que son las "novelas de verdad". Podéis echarle un vistazo a las otras entradas de esta sección aquí y a todas las entradas hablando de ficción corta, tanto las exclusivas de esta sección como las reseñas generales de antologías, en este enlace :).


En esta entrada os hablaré de "30 retratos de Madrid y el minuto 1"; escrito por Susana Cabrita Palomar, "66 noches con Luna", escrito por Mercedes Morón Alonso y "Lágrimas de Aren", escrito por David Pierre. Las tres obras son pequeñas antologías y no solo las he juntado por estar publicadas las tres por Pluma de cristal, sino porque utilizan diferentes estilos de prosa y el hilo que une a sus cuentos es diferente.

Y ya me estoy adelantando, así que vayamos al meollo.



30 retratos de Madrid y el minuto 1 - Susana Cabrita Palomar


30 retratos de Madrid y el minuto 1 es una antología de microcuentos ambientados en Madrid impresa a doble tinta. En ella nos encontraremos cuentos con apenas relación entre ellos, excepto porque están ambientados en la gran ciudad capital de España. Y precisamente algo que reúne muchas experiencias es lo que ha querido hacer la autora con esta obra.

Poniéndose en la voz de diferentes personas de diferentes edades y, obviamente, diferentes vidas. Susana retrata las bondades de esta ciudad y también algunos de los ambientes más negativos que se pueden ver en ella.

La autora habla de humanidad, infancia, vejez, felicidad, tristeza, rutina... En un ambiente que a veces te atrapa en esos momentos de prisa buscando el metro, de los que te atrapa la música de un artista, en los que esperas un encuentro importante o la lluvia vuelve a Madrid.



Y acompañando a la prosa de Susana, encontraremos, en algunos de los relatos, ilustraciones de Gemma Martínez a color.


30 retratos de Madrid y el minuto 1 es una obra corta, pero al mismo tiempo muy reflexiva. La verdad es que en algún momento sí que he echado en falta un hilo conductor más potente, pero cuando llegaba el momento de la lectura solo podía ver y sentir, en ocasiones, las vidas de las diferentes personas de Madrid que cuenta Susana Cabrita Palomar.




66 noches con Luna - Mercedes Morón Alonso


En 66 noches con Luna no solo hay un hilo conductor más potente, sino que el realismo contemporáneo se vuelve fantasía. Más concretamente en una que se centra en las vidas de Luna Vientodesol y el demonio Astaroth. Fantasía en la que lo único que la separa de la realidad son los dragones y demonios.

Con un tono más poético, Mercedes nos narra la historia de Luna y Astaroth. Nos pone en sus carnes y por tanto en sus sueños y en sus miedos. En su felicidad cuando están juntos y en su tristeza cuando se separan. A lo largo de la obra, se nos habla del pasado de Astaroth y de lo que Luna está destinada a hacer, y son esas dos cosas las que hacen difícil su relación.

Algo que me sorprendió fue darme cuenta de que los personajes protagonistas estaban bastante bien definidos teniendo en cuenta las pocas páginas que tiene 66 noches con Luna, y eso no se podía haber logrado sin una buena selección de momentos. De esas sesenta y seis noches y sesenta y siete relatos.



 Una de las ilustraciones internas de la obra, por Gemma Martínez.


Gracias a la combinación de una prosa bastante lírica por parte de Mercedes Morón Alonso junto a un acompañamiento maravilloso por parte de Gemma Martínez con sus ilustraciones, en 66 noches con Luna viviréis 66 noches de estos personajes y los conoceréis poco a poco, al mismo tiempo que ellos lo van haciendo. Aquí la prosa es casi verso, al igual que la fantasía es casi realidad.





Lágrimas de Aren - David Pierre


Lágrimas de Aren tiene una trama dividida que combina fantasía con ciencia ficción y la prosa lírica pasa a ser poesía experimental en este compendio. La fantasía urbana de la novela anterior se vuelve oscuridad y también se vuelve divina, y los demonios aquí son dioses, elementos y pesadillas.

Esta obra comienza con la historia de un personaje sin memoria que vaga por un largo desierto después de atravesar la Niebla. Casi se enfrenta a la muerte por las condiciones de aquel lugar, pero logra sobrevivir y encuentra un lugar en el que refugiarse. Pero allí descubre más sobre su memoria y el mundo que pisa...

A partir de ese momento, comienza la esencia del libro. Con una poesía más experimental, David relata momentos como la creación de aquel mundo llamado Aren. Elementos como la figura de los dioses y otras criaturas también tienen gran importancia aquí, pero la trama dividida continúa después de saber más sobre los secretos del mundo que muchos de sus habitantes desconocen y ni preguntan por ellos. Se han olvidado de hasta sus verdaderos nombres.


Junto al verso experimental y la prosa de Lágrimas de Aren, también encontrareis ilustraciones de Gemma Martínez.


En definitiva, Lágrimas de Aren es una obra muy interesante por los diferentes elementos que combina David Pierre. Se nota que Aren es un mundo en el que el autor ha trabajado con varias historias y relatos a lo largo de los años y estoy deseando saber más de él, especialmente por ese final tan abierto que tiene esta obra.




Dentro de estas tres pequeñas antologías os encontrareis historias muy diferentes. Pedazos que componen historias mucho más grandes, como puede ser la diversidad de vidas en Madrid, la historia de una humana y un demonio y la de todo un mundo que sus habitantes desconocen cada vez más. Sus hilos conductores varían al igual que las experiencias leyéndolas lo hacen. Pero sin duda he aprendido y me he entretenido mucho leyendo. Y también pensado, que la ficción corta también puede dar lugar a reflexionar.


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